Ayudante de Almacén
Jesús David Velazco Zambrano
Transformando vidas, una oportunidad a la vez.
Mi vida dio un giro importante al ingresar a tan grandiosa organización, ya que, antes de ingresar a la empresa cuando mi hijo estaba pequeño, escaseaban los pañales, alimentos y la situación del país no estaba ayudando. Eso no me impidió trabajar por mi cuenta ya que no conseguía algo fijo o estable, pero luego ingresé a Polar, y con mucha expectativa y optimismo pensé: “Dios, Jesucristo, gracias”.
Sentía un agradecimiento tan enorme, y me di cuenta cómo, poco a poco, mi vida iba mejorando significativamente, todas las oportunidades que la empresa me estaba brindando eran increíbles, logré llevar comida a la casa y no sólo eso, también podía brindar un mejor futuro para mi hogar. También pude ayudar a mi mamá y atender su salud con el seguro que nos beneficia. Logré saldar deudas, reunir para comprarme un carro, lo cual para mí antes veía como imposible, y hasta pude retomar mis estudios. Ha sido lo mejor que me ha podido pasar en la vida, y como agradecimiento quiero dar lo mejor de mi día a día por esta hermosa organización.
Pasillo 1: El inicio de un camino de superación.
Recuerdo especialmente cuando ya una vez capacitado, me tocó por primera vez un pasillo, era el pasillo 1 de salsas untables y alimento para perros. Estaba un poco nervioso y me demoraba contando los productos. Siempre era el último en entregar el inventario o tenía muchos errores, y me tocaba volver a chequear, y me decía: “Jesús, tú puedes. Vamos que sí. Ponte pilas a contar bien y rápido, agilizar es fácil, sólo tienes que estar concentrado”.
Todos los días la meta era entregar rápido, entregar bien, ser eficaz y eficiente. Cuando me di cuenta ya era uno de los primeros en dictar y de manera asertiva, la conclusión para mí y mis compañeros es que todo con esmero y dedicación siempre se puede lograr, porque la empresa me ha enseñado algo y todos los días me lo enseña y es que ¡sí se puede!
Ayudante de Almacén
Jesús David Velazco Zambrano
Transformando vidas, una oportunidad a la vez.
Mi vida dio un giro importante al ingresar a tan grandiosa organización, ya que, antes de ingresar a la empresa cuando mi hijo estaba pequeño, escaseaban los pañales, alimentos y la situación del país no estaba ayudando. Eso no me impidió trabajar por mi cuenta ya que no conseguía algo fijo o estable, pero luego ingresé a Polar, y con mucha expectativa y optimismo pensé: “Dios, Jesucristo, gracias”.
Sentía un agradecimiento tan enorme, y me di cuenta cómo, poco a poco, mi vida iba mejorando significativamente, todas las oportunidades que la empresa me estaba brindando eran increíbles, logré llevar comida a la casa y no sólo eso, también podía brindar un mejor futuro para mi hogar. También pude ayudar a mi mamá y atender su salud con el seguro que nos beneficia. Logré saldar deudas, reunir para comprarme un carro, lo cual para mí antes veía como imposible, y hasta pude retomar mis estudios. Ha sido lo mejor que me ha podido pasar en la vida, y como agradecimiento quiero dar lo mejor de mi día a día por esta hermosa organización.
Pasillo 1: El inicio de un camino de superación.
Recuerdo especialmente cuando ya una vez capacitado, me tocó por primera vez un pasillo, era el pasillo 1 de salsas untables y alimento para perros. Estaba un poco nervioso y me demoraba contando los productos. Siempre era el último en entregar el inventario o tenía muchos errores, y me tocaba volver a chequear, y me decía: “Jesús, tú puedes. Vamos que sí. Ponte pilas a contar bien y rápido, agilizar es fácil, sólo tienes que estar concentrado”.
Todos los días la meta era entregar rápido, entregar bien, ser eficaz y eficiente. Cuando me di cuenta ya era uno de los primeros en dictar y de manera asertiva, la conclusión para mí y mis compañeros es que todo con esmero y dedicación siempre se puede lograr, porque la empresa me ha enseñado algo y todos los días me lo enseña y es que ¡sí se puede!